Acudió para ilustrarnos sobre la creación circense y, de alguna manera, invitarnos a plantearnos desarrollos de proyectos de Dramaturgia para Circo, basadas en sus particularidades y cuyas características cambian dependiendo del país e incluso de la región, así como de la política en relación con el circo.
“No hay repertorio en el circo; esto es una gran carencia y, a la vez, una gran oportunidad”. Leandro nos habló sobre la “virginidad” del circo, que no siente la presión de “tiempos inmemoriales” con la que que trabajamos en otros tipos de teatro. También del acto de “antropofagia” que el circo moderno se ve obligado a hacer con respecto al circo clásico para resurgir de entre sus raíces tras haber abandonado las prácticas propias de otro tiempo (empleo de animales, de intérpretes con diferencias corporales y flagelaciones, entre otras).
“Para mí, una de las cuestiones que está fallando (en el circo) es no tener al público en cuenta”. Leandro dice que a él, en lo que respecta a la creación y a la representación, no le interesa contar con un “ejército de acróbatas” por intérpretes, sino a un variado segmento de la sociedad que sirva al público como guía para verse representado y lograr identificarse. Es precisamente así como nació ‘Vetus venustas’, su último espectáculo, actualmente en gira por España y con el que espera cruzar el charco en enero del año que viene.
Gracias, Leandro, por compartir tu experiencia con nosotras y abrirnos las miras en cuanto a lo que a la creación escénica se refiere.
Susana Amores.